¿Alguna vez te preguntas cuánto existes en la vida de los demás?
Me produce curiosidad el saber si alguien piensa en mí cuando suena Taylor Swift o cuando pasa por algún rincón de una ciudad. Al ver el escaparate de una librería. Cuando aparece en las noticias Madrid, Nueva York, un caballo al galope o el Gran Canal de Venecia.
Me planteo si seguirán en esas estanterías los libros que regalé, siempre eligiendo ejemplares con mimo, como quien receta un bálsamo y una caricia, a las personas que quise. Me encantaría saber si en esos armarios siguen colgando aquellos jerseys azules, y aquellas camisas.Yo todavía recuerdo sus tallas de zapatos y sus colores favoritos.
Me intriga saber si recuerdan mi perfume, mi risa o mis miradas entre divertidas e indignadas unas 280 veces al día.
Me pregunto de cuántas historias habré formado parte, y que ya se me han olvidado.O que se van olvidando, porque como los escritores saben, y Faulkner expresó magistralmente, escribimos para conservar los recuerdos, para embalsamarlos y protegerlos de los estragos del tiempo.
Me gustaría saber si sigo existiendo en la mente de las personas que un día formaron parte de mi vida, y con las que no he vuelto a hablar. Me pregunto cuántas veces al día aparezco, aunque sea unos segundos, en los pensamientos de alguien.
Las personas que me conocen bien saben de mi amor por las metáforas y comparaciones literarias. Se aproximan fechas dónde vendrán los ¨Fantasmas de las Navidades Pasadas", como bien escribió Dickens en Cuentos de Navidad. En mi caso estos fantasmas tienen nombre y apellido. Y, as far as I know, respiran con normalidad.
Y cuando pienso que a lo mejor no, que no se cumplió mi vaticinio de algún día seremos el uno para el otro un bonito recuerdo, suena Taylor Swift en la radio, y digo....PUES VA A SER QUE SI.